viernes, 22 de diciembre de 2006

Hombres de buena fe en Navidad



La gran influencia de nuestros vecinos del norte, ha llevado a que los niños mexicanos esperen la mañana del 25 de diciembre, los juguetes que les trae Santa Claus por Navidad.
Santa Claus, también conocido en otros países como San Nicolás o Papá Noel, surge inspirado en la figura del Obispo San Nicolás, que murió el 6 de diciembre del 345 o 352, su legendaria caridad da origen a su personaje, que se preocupaba por los pobres y los niños.
Aunque hoy en día Santa Claus es un producto de la mercadotecnia que lo vende todo con su imagen de viejito bonachón, con barba y cabello blanco, que viste un traje rojo al lado de sus renos en el Polo Norte; y dice “Jo, jo, jo…” su origen se remonta a la memoria de un hombre de buena fe que lucho por hacer el bien y propagar el cristianismo.


El Olentzero es un personaje de los pueblos de el País Vasco (Euskal Herria), que representa el solsticio de invierno, que llega aproximadamente el 24 de diciembre. En algunos pueblos es pastor, campesino, y en otros carbonero. Tiene relación directa con el fuego, elemento clave, que renueva lo viejo y limpia lo malo.
Aunque existen diferentes historias acerca de su origen, una de ellas cuenta que el Olentzero, era un hombre humilde, que buscaba ayudar a otras personas que lo necesitaban. Así que fabricó con sus propias manos juguetes de madera para los niños del pueblo que no tenían padres.
Los niños del pueblo eran muy felices con los regalos que recibían cada año; hasta que una día hubo una terrible tormenta en la que un rayo alcanzo el orfanato e inició fuego en el lugar. El Olentzero al darse cuenta del incendio corrió a la casa y sacó a los niños envueltos en una manta para protegerlos del fuego. Desafortunadamente, antes de que el Olentzero pudiera salir del lugar en llamas, una viga de madera vieja cayó sobre él, matándole al instante. Momentos más tarde una fuerte luz resplandeció en la casa acompañada de una hada que lo revivió por ser un hombre de buen corazón y por haber dedicado su vida ha hacer el bien. El hada lo recompensó dándole la vida eterna con el propósito de que el Olentzero la dedicara ha hacer juguetes para los niños de todos los rincones del País Vasco.
El Olentzero suele ser representado como un carbonero que baja por la chimenea y que fuma en pipa.
Es así como los buenos sentimientos que inspira la Navidad, son difundidos en México y el País Vasco, por dos hombres excepcionales San Nicolás y el Olentzero, que deben ser ejemplo a seguir por su buen corazón y sus actos de fe.

1 comentario:

Subversados dijo...

En la cena de anoche en casa de mi tía, la prima más txiki, Marta, ke vino de China, cantó para mi deleite –nunca antes la había oído tanto– la canción del Olentzero
y comenté para su madre y otros que algún día le kitarán al Olentzero la pipa y la botila de vino de la canción, así como la barriga.
Y los Reyes magos serán 4, reyes y reinas, para que haya paridad :D